Desde la Antigüedad los relatos
mitológicos sirvieron para entender el origen del mundo y la existencia del ser
humano. Los mitos están estrechamente ligados a la naturaleza del ser humano y
configuran las tradiciones populares de los pueblos. Por este motivo la
mitología era una forma de unificar a todas las personas de un mismo territorio
o de conseguir establecer fronteras con otros pueblos o distintas culturas.
A pesar de que los mitos no
tienen una base real y que son creados con grandes dosis de fantasía, son
imprescindibles para comprender la mayoría de las obras de arte, tanto
literarias como escultóricas, pictóricas, arquitectónicas e incluso musicales. Por
lo tanto, los mitos han marcado buena parte de las relaciones sociales y
culturales, por lo que sin ellos no se podría entender la sociedad actual.
Los mitos están protagonizados en su mayoría
por dioses y héroes que forman parte de la genealogía mitológica de una
determinada sociedad. Así pasaron los siglos, hasta que algunos poetas
recogieron esas historias y las adaptaron en forma escrita. En ciertas
ocasiones, estas escrituras tenían función pragmática, esto es, tenían la
virtud de transformar los mitos en alegorías aplicables a problemas reales.
En el caso de la mitología
clásica, que es la mitología más estudiada y popularizada a través de los
textos de Homero, sus dioses fueron creados a imagen y semejanza de los
griegos, esto es, son el reflejo de todas las virtudes del hombre, pero también
de todos sus defectos. Con la aparición de la filosofía, los griegos empezaron
a plantearse la existencia de los mitos y se creó el debate sobre mythos y logos, esto es, apareció la confrontación entre mito y razón. Esta
“disputa” perduró durante la Edad Media, ya que los primeros teólogos cristianos
que discutían sobre el papel desempeñado o no del mito dentro de las
narraciones bíblicas.
También tuvo su importancia, en
menor medida, los mitos de las tribus germánicas que acabaron con la hegemonía
del Imperio Romano y entraron a formar parte del nuevo mundo cristiano, por lo
que algunos mitos de origen germánico
influyeron en las culturas de varios pueblos europeos.
La difusión de todas estas
historias asombrosas corría a cargo de recitadores que se fueron transmitiendo
de generación en generación. Los griegos de la época clásica relataban
oralmente las historias épicas de sus nobles y héroes. La tradición oral se
cultivaba en las escuelas de los denominados “bardos” o poetas líricos. Siglos
más tarde, durante la Edad Media, los juglares de gesta recibieron la tradición
de los bardos y de Homero,
profesionales que recitaban
cantares de gesta compuestos por el mismo convencionalismo de los versos
latinos.
La época del Renacimiento se
distingue principalmente por la recuperación del mundo clásico como modelo
intelectual y cultural. En consecuencia, se recuperaron autores clásicos y
mitos, que fueron representados en múltiples obras de arte. De esta forma, el
mundo pagano se mezcló con el mundo cristiano.
Durante la Ilustración se intentó
dar una explicación racional a los mitos. Se llegó a establecer una teoría
evolucionista, esto es, se creía que la cultura avanzaba desde un estado
primitivo de ignorancia e irracionalidad hacia una cultura moderna de la razón
cuyo apogeo era la Ilustración.
Otra interpretación muy distinta
fue realizada por los románticos.
Para ellos, el mito es una de las
mayores formas de expresión humana. Consideraban al mito una forma de
pensamiento y de percepción igual o superior a la de la razón.
Recuperación de lo tradicional y pensamiento
filosófico romántico alemán
El movimiento del Romanticismo (1795-1832)
es el último escaño de desarrollo de las aportaciones de la Ilustración. Es un
talante desgarrado, pesimista y oscuro y los autores están obsesionados con
llegar a lo perfecto, a lo infinito y a lo desconocido. Hablan de ursprünglich, esto es, el origen de todo. Por este motivo, un tema importante de los autores románticos es mirar hacia el pasado
nacional. Se recupera el modelo medieval en cuanto a los principios de
pensamiento y de literatura. También se convierte en un referente la cultura
clásica. Autores como Novalis,
intentan encontrar el momento de armonía del género humano y coinciden en que
antes de la Edad Media el hombre vivía en una época ideal.
El movimiento romántico destacó
por los esfuerzos de recuperar el carácter popular de la canción popular
alemana especialmente por los autores Armin
y Clemens Brentano, se encargaron
los hermanos Grimm de recuperar las
leyendas y cuentos populares y el trabajo de Eichendorff por la vinculación a las formas populares.
Tuvieron mucha repercusión las
leyendas medievales alemanas con bastante tono popular. Son narraciones
primarias que juegan con lo fantástico y lo real. Los hermanos Grimm, por
ejemplo, estudian las leyes que rigen lo popular en la lengua y la literatura.
Recuperan un número importante de cuentos de tradición oral, lo transcriben y
lo recopilan en un libro Kinder- Hausmärchen. Su tarea consistía en
convertir una serie de cuentos populares en literatura universal.
Es esencial entender los
movimientos culturales que tuvieron vigencia en el siglo XVIII y posteriores,
fundamentalmente, por la labor del filósofo Herder,
su obra conocida Auch eine Philosophie der Geschichte zur Bildung der
Menschheit. Se le considera el uno de los grandes pensadores de la Aufklärung (Ilustración), sin embargo
muchos investigadores le clasifican dentro de la corriente Empfindsamkeit (emocionista), que no era una corriente contraria a
la Ilustración, sino que la complementa. Los autores de Empfindsamkeit dejaban llevar más por la emoción que por la razón.
Los dos grandes campos de estudio
de Herder fueron: el estudio del lenguaje y la filosofía de la historia. El
principio del estudio del lenguaje, según Herder, es de primera importancia.
Manifiesta lo siguiente: el hombre es hombre en el momento que adquiere
lenguaje y de ese modo, se diferencia de los animales. El hombre adquiere a la
vez lenguaje y razón, y gracias a estas dos características es posible crear un
lenguaje creativo u original, que se convierte en el verdadero lenguaje y que
incita al ser humano a crear sensaciones nuevas. Este principio de originalidad
influye de tal manera en la época que se convierte en el iniciador de lo que
acontecerá en las siguientes corrientes, como por ejemplo el Sturm und Drang o la Romantik. En la creación va a primar que
sea una obra imaginativa, original, creativa, y como consecuencia, se eleva el
lenguaje primitivo de los poetas antiguos de épocas pasadas como la Edad Media
o el lenguaje que se encuentra en la Biblia de Lutero. Por lo tanto, el
lenguaje popular se encuentra lo original y se eleva por encima de lo
intelectual, de lo artificial.
Lo más novedoso y revolucionario
del Romanticismo consistió en dejar vía libre a la fantasía, en reclamar un
espacio libre artístico para el lector y el autor, que supuso un enfrentamiento
con la situación histórica que entorpecía las libertades de la felicidad del
individuo.
Renovación de la mitología
En la etapa de Frühromantik (Romanticismo temprano)
aparece el concepto de Neuen Mythologie (Nueva
mitología), que se diferencia conceptualmente con la otra etapa posterior del
Romanticismo, Spätromantik. La idea de la “nueva mitología” consistía
en una reconstrucción de la estética del
mito y tenía la ambición de superar a la antigua mitología. Este fundamento
se había tomado gracias a las citas mitológicas, que el autor Goethe había
utilizado en las obras Wilhem Meister Lehrjahre y Faust II. Por
lo tanto, los románticos tempranos
intentaron establecer una unión entre poesía y mitología: “Pues éste es el
principio de toda poesía, acabar con el proceso y las leyes de la razón
pensante arrojándonos en la bella confusión de la fantasía y en el caos
originario de la naturaleza humana, para el que no encuentro símbolo más
hermoso que el torbellino multicolor de los antiguos dioses”, palabras según el
filósofo Friedrich Schlegel en su
obra Gespräch über die Poesie (Diálogo sobre la poesía, 1800) defiende
la universalidad de lo nuevo e intentar seguir con los mitos de la sociedad y
estudiar su dimensión práctica. Además, muestra su interés por la lengua porque
a través de la lengua se alcanza el conocimiento, por lo tanto, la poesía es
conocimiento. La poesía se identifica con la mitología porque también es
especial. La poesía lo impregna todo y, propone el siguiente ejemplo,
confirmando que los griegos expresaban su historia a través de la poesía. La
mitología conforman las reflexiones del ser humano y la poesía utiliza la
lengua para crear realidades.
También en su obra Über
Sprache und Weisheit der Inder (De la lengua y la sabiduría de los indios,
1808) se refiere al rico tesoro de la mitología y las literaturas del lejano
este. Y su otra obra Rede über die Mythologie fue el primer intento de
relacionar el mito con la estética. Se trata de conseguir la utopía, la
perfección de la estética. Fundamentos
influidos por la obra del autor clásico Friedrich Schiller Über die
ästhetische Erziehung des Menschen 1795.
Otro filósofo, Schelling, se ocupó también de describir
las relaciones entre la Literatura y la Mitología en su obra Philosophie der
Kunst (Filosofía del arte, 1802/ 03).
Clemens Brentano y el mito de Loreley
La historia de Loreley es uno de
los muchos textos sobre el río Rheinn que Clemens Brentano publicó en 1801.
Zu Bacharach am Rheine es realmente el nombre que Clemens Brentano
decidió titular a esta balada, pero comúnmente se le conoce como Lorelay. La
balada aparece por primera vez intercalada en la novela de Brentano Gotwi
oder das steinerne Bild der Mutter, cuyo gran modelo es Wilhem Meister
del autor Goethe. Una mujer llamada Violeta recita esta canción expresando una
decepción amorosa hacia Gotwi, protagonista y narrador de la historia.
Clemens Brentano escribió dos
versiones de la historia de Loreley: la balada intercalada en su novela Godwi,
narrada, como se dice al final, por un barquero y una versión manuscrita que se
conoce con el nombre de Lureley y
que, prácticamente, sólo se diferencia de ésta en las tres últimas estrofas.
Esa versión es probablemente posterior y lo interesante es que en ella se
menciona a un sacerdote como autor del poema por lo que el tema podría ser
interpretado como una advertencia ante la seducción, mientras que en ésta el
barquero muestra el suceso como una leyenda propiamente popular.
La historia de Loreley conmovió a
la gente de aquel tiempo. En la historia, Loreley es una joven que a través de
su belleza lleva a la perdición a todos los hombres que la contemplan e incluso
al propio obispo, que debe llevarla por el recto camino y que para ello la ha citado
ante un juez espiritual. Este obispo queda fascinado y se enamora de ella. Hay
por tanto un hechizo por parte de Loreley en el que todo hombre cae preso; pero
curiosamente ella, que de forma involuntaria atrae a todos los hombres con su
hechizo, no es capaz de retener al que ama pues en el pasado su amante le fue
infiel y la abandonó. También el obispo fracasa ya que esperaba poder romper el
hechizo y ordena a Loreley entrar en un convento. En el camino hacia el convento, Loreley pide a los tres
caballeros que la acompañaban que la dejen subir a lo alto de un acantilado para
ver por última vez el Rín y, seguida por ellos, escala hasta el borde, desde
donde se ve el barco en el que cree reconocer a su amado. El final es trágico: Loreley desesperada se despeña por el
acantilado seguida por los tres caballeros que no pueden volver a bajar.
¿Quién es Loreley?
Loreley da nombre a un acantilado
en el río Rhein o Rín, tanto como la leyenda del poeta Clemens Brentano que lo mencionó por
primera vez en la literatura. El escarpado “Acantilado de Loreley” está junto a
Sankt Goarshausen en Rheinlandpfalz, en la orilla derecha del Rhein y tiene 132
metros de altura. En este lugar, el curso del Rín es muy estrecho y tiene una
profundidad de casi 27 metros, por lo que se considera una zona muy peligrosa.
En el pasado, muchos de estos arrecifes han costado numerosas vidas en
naufragios.
Posteriores adaptaciones líricas
de este motivo son Ich weiss nicht was soll es bedeuten de Heine y Der Handstand auf der Loreley
de Kästner, aunque son muchos más los poetas alemanes que escribieron sobre
Loreley, son éstos los más famosos.
En la actualidad se sigue una
tradición en Sankt Goarshausen: cada dos años se elige a una joven que representa a la reina de la
belleza.
Bibliografía:
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Madrid, 2007, Editorial Gredos, S.A.
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Menéndez
Pidal, Ramón, Reyes, Alfonso y Riquer
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Martini, F.: Deutsche
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