Ten years have passed
since the explosion of a nail bomb, deposited by the NSU in Cologne-Mülheim, which
injured many people. This weekend, tens of thousands gathered for a
commemorative festival.
It was a normal day
in the Keup Street, that June 9th, 2004. The Keup Street is well known
in Cologne and the surrounding cities. It is located in Cologne-Mülheim, a
disctrict inhabited mostly by Turkish and Kurdish immigrants and their families,
who feel at home there since generations. The Keup Street is famous for its
tasty food, serving everything from freshly baked böreks over sweet and sticky baklava
to spicy kebabs prepared on an open grill. Yes, the Keup Street is considered a
model project for integration and a peaceful neighborhood community. But then,
that June 9th, everything changed.
Ali Demir, a local tax consultant, was sitting over work in his office in the
Keup Street, when he suddenly heard a loud explosion. Thinking that one of the
gas bottles had exploded, he sought shelter, waiting for further explosions. A
few minutes later, Mr. Demir left his office and realized that the barber shop
across the street, run by the brothers Yildirim,
had been totally destroyed. Debris is scattered over the street, cars are
destroyed and 22 people are injured, some of them severely. Everybody is in a
state of shock.
And then, the local police
officers made everything even worse: They mentioned “internal” conflicts in the
Turkish community, drugs, the “mafia” – and they told locals to hush, as these
mentioned xenophobia as a possible motif.
These past ten years
have been arduous for everybody living on the Keup Street. Undercover
investigators created mistrust between formerly peaceful neighbors, the victims
were left alone and a constant fear of future attacks made every day painful.
Why did the police,
the state and media not see the connection between the different murders across
Germany? Between 2000 and 2006, nine people were killed: Enver Simsek,Abdurrahim Özüdogru,
Süleyman Tasköprü, Habil Kilic, Mehmet Turgut, Ismail Yasar, Theodoros
Boulgarides, Mehmet Kubasik and Halit Yozgat. In 2006, in the city of Kassel, Mehmet Demircan created the
initiative “Kein zehntes Opfer!” (No tenth victim!), seeing a clear xenophobic
link between the murders across Germany. Approximately 4000 demonstrators
joined this silent protest march. But they were seen as conspiracy theorists
and even the usually so critical German leftist movement didn’t join the
demonstration.
Since the NSU has
exposed itself end of 2011, things have changed. The “Initiative Keupstraße ist überall” (Keup Street is everywhere),
founded by locals, tries to give victims the possibility to regain and reclaim
their voice, which has not been heard for so many years.
When the bomb on Keup
Street will be treated in court in Munich this September 2014, the “Initiative
Keupstraße ist überall” will be there with the affected people, supported by
families, friends and neighbors. It is important to be present and give a clear
statement against racism, as they write on their website.
This past weekend, all the restaurants, cafes and shops on Keup Street
opened, welcoming tens of thousands of people from Cologne and the rest of
Germany to take part in a commemorative festival, titled “Birlikte” (Stand
together). Three days were packed with a broad range of activities: concerts by
famous and not so famous local bands, a theatre play produced by the Schauspiel
Köln, a talk held by president Gauck, reports from court explained by the
attorneys, panel discussions etc… Most important of all: the affected people
spoke for themselves. And they will continue to do so. A collection of
interviews has been published recently in a bilingual (Turkish-German) booklet
titled Von Mauerfall bis Nagelbombe – Der
NSU-Anschlag auf der Kölner Keupstraße im Kontext der Pogrome und Anschläge der
neunziger Jahre. The money, long hours of voluntary work and reliving of a
painful past involved in the creation of this booklet make it readable and once
again, I realize – they are not supernumeraries, they are the main
characters. And we should start listening.
El mexicano Josué Ávalos vive la música. A parte de varias bandas, tiene un proyecto en solitario. El año pasado salió su disco actual, "Al Garete". OJOS ABIERTOS habló con él sobre cómo influye ser emigrante, hijo de la globalización, su producción musical.
Hola Josué.
Gracias por tomarte tiempo para esta pequeña entrevista. Estás muy
ocupado últimamente, ¿no? Hace poco lanzaste el nuevo disco de tu
banda, “Chupacabras“. ¿Qué tal con el grupo? ¿Van de gira?
Sí, desde hace algunos meses la
actividad con "La Papa Verde" pero sobre todo con "Chupacabras" ha sido
mucha y muy agradable, después de meses de trabajo en el disco
"Palante" ahora estamos de gira presentándolo, regresando de tocar en
Barcelona en solitario, solo estuve un par de días en la bonita
Colonia y ahora de gira por el norte con chupacabras.
Siendo miembro tanto de Chupacabras
como también de “La Papa Verde“, perteneces a dos bandas que
forman una parte importante de la escena de la música “latina“,
si se puede decir así, aquí en Colonia (y en Alemania). ¿Cómo ves
tú esta escena?
Creo que es difícil hablar de la
escena de música latina en Colonia como algo homogéneo o
cohesionado ya que existen tendencias muy distintas y que a
veces no entran casi en contacto pero a veces se entrecruzan y
se funden. Además de que existe un salto generacional muy importante
entre los músicos que llegaron a esta ciudad hace algunas décadas y
cuyo bagaje musical estaba fuertemente influido por el folklore
latinoamericano y una nueva generación que en parte emigró con un
lenguaje musical hijo de la globalización y en parte está formada
por gente nacida en este país pero con ascendencia
latinoamericana. Cuando llegué a este país estuve sobre todo
en contacto con músicos que tenían la exploración de la herencia
del canto de protesta y el folklore como parte esencial de su
trabajo, músicos que tocaban en la calle y también en foros muy
renombrados. Pero de modo paralelo había una escena muy fuerte
de la salsa. Ahora me parece que por ejemplo la salsa tocada en vivo
ha casi desaparecido de colonia (al menos por ahora) y en su lugar
han llegado otros ritmos ha ocupar las pistas de baile, ritmos que
hace unas décadas era muy raro escuchar en una fiesta o un concierto
como la cumbia. Por ponerlo de manera un poco gráfica diría que
verás algunas caras conocidas pero muchas diferentes dependiendo de
si estás en un concierto de La papa verde, uno de Chupacabras, un
evento y fiesta por los derechos humanos en México o a favor de la
lucha mapuche en Chile o en una fiesta de reggeatón, salsa o forró.
En la descripción de “Chupacabras”
en Facebook dice que la banda es el nuevo monstruo de Frankenstein,
compuesto de los restos de las culturas moribundas.
¿Crees que esa música híbrida y mestiza es la única forma de
enfrentar lo que llamamos “globalización”?
Creo que no se trata de un
enfrentamiento sino de una retroalimentación, de un continuo intento
por incluir en lo que hacemos los elementos que conforman nuestra
memoria musical, que proviniendo de lugares tan diversos contiene una
riqueza que no se tiene cuando por decirlo de alguna manera todo
mundo escuchó las mismas canciones en la infancia, pero que conlleva
la dificultad de combinar cosas que a veces parecieran imposibles de
hermanar.
En tu carrera musical ya has tocado
junto a grupos destacables como Calle 13, Patrice o Che Sudaka, por
nombrar algunos. ¿Cuál ha sido para ti el punto culminante hasta
el momento?
La verdad es que para mí los puntos
culminantes que tengo que agradecer a la música en cuanto a que me
ha dado la oportunidad de compartir conversación o el escenario con
alguien con quien de otra forma sería muy difícil, son otros. Por
ejemplo el haber podido compartir mesa y anécdotas con uno de los
grandes de Latinoamérica como Daniel Viglietti quien además fue
gran amigo de Mario Bennedetti cuyos libros marcaron mi adolescencia
tanto como la música de Viglietti o el conocer después de un
concierto a uno de mis ídolos de la guitarra a quien yo no me
hubiera atrevido a pedirle un poco de su tiempo, pero que gracias a
que mi música me "presentó" como a alguien que también
está haciendo sus esfuerzos, pues pude no solo conversar con él sino
además llevarme un disco con una dedicatoria muy bonita. Aunque
cosas como ir caminando por Barcelona encontrarte a los Che Sudaka y
que te inviten al bar mariatchi para hacer una Jam, la verdad es
que eso también nos hizo mucha ilusión a los de la Papa Verde. Conocer
a algunos músicos famosos también ha destruido idealización en la
que los tenía y a algunos músicos con los que me hacía mucha
ilusión compartir escenario me decepcionaron mucho con su actitud,
sus delirios de grandeza o su cinismo. Pero por suerte siempre
hay quien sigue con los pies en la tierra aunque en el escenario
vuelen muy muy alto, como René de Calle 13 que nos dejó asombrados
con su sencillez y trato amable para con los que compartíamos back
stage el día que tocamos en el mismo festival.
Hablemos un poco de ti como artista
solo. Ya has lanzado dos discos, “Escafandra” y “Al Garete”
que es el actual del año pasado. ¿Cuál es tu motivación para
trabajar solo? O en otras palabras, ¿qué
satisfacción te da un proyecto en solitario?
El trabajar en grupo te da la
oportunidad de desarrollarte por medio del intercambio de ideas y
todo lo que significa el aprender a hacer compromisos en la
composición y en la convivencia, el poder interactuar en el
escenario y en el estudio de grabación te da muchas herramientas no
solo como músico sino en muchos otros aspectos. Pero también te
da la "oportunidad" de relegar responsabilidad tanto en el
escenario como en todos los demás momentos de la creación musical,
ese tener el poder de decisión y la responsabilidad por los errores
y los aciertos es algo que está muy presente en un proyecto en
solitario y que me apetecía experimentar. Yo desde hace mucho tenía
canciones que no cabían en el espectro de las bandas con las que
toco, piezas que por un lado no sabía si encontrarían
oídos receptivos, sobre todo en un país con otro idioma y que
además me imponía el presentarlas a titulo personal y no de
equipo, pero el hecho de que algunas personas a las que aprecio
mucho entre otras cosas por su sensibilidad musical me insistieran en
que tocara esas canciones en público, me hizo dar el paso.
Sobre todo en “Escafandra”, tus
canciones parecen muy tradicionales. Seguramente tendrás otras
influencias también, pero una canción como “Huapango de la
muerte” es, sin duda, una referencia al folklore mexicano. ¿Dirías
que tu música es mexicana?
En un sentido amplio sí, lo
es, pues contiene muchos elementos que tal vez no se den en otros
lugares y es música que está hecha por alguien que creció en
México, la temática que me interesa tiene muchas veces su raíz en
la particular historia de esa parte del mundo, pero en los últimos
dos años he tenido la oportunidad de compartir escenario en México
con cantautores mexicanos y ha sido evidente para ellos y para mi que
hay elementos que hacen que lo que hago suene distinto a
lo que se está produciendo allá, con todas las riquezas y carencias
que eso puede tener. Pero en el fondo es lógico y me parece positivo
que mi discurso sea otro si todo lo que me rodea es distinto a pesar
de que comparto la raíz con los amigos que están haciendo su camino
en México
"Huapango de la muerte" del disco "Escafandra" del año 2011
Llevas casi 15 años viviendo en
Colonia y, como dice en un artículo del Stadt-Anzeiger del
año pasado, habías pasado antes por España y Bélgica. Has vivido
un buen tiempo de tu vida fuera de casa entonces. ¿Se podría
interpretar tu música como una manera de recordar tu propia
identidad, tus raíces?
Definitivamente. Cuando te
encuentras rodeado de "lo distinto" empiezas a explorar más
que es lo que hace esa diferencia. En mi caso he ido haciendo esa
exploración sobre todo por medio de la música.
Recuerdo una charla contigo en una
clase universitaria, en la que dijiste que antes el clima alemán te
facilitaba escribir canciones tristes y oscuras. La famosa depresión
del otoño, que tienen hasta los alemanes mismos. ¿De qué otra
manera te influencia tu “nueva” casa? ¿Qué hay de alemán en tu
trabajo?
Poder pensar en otro idioma y
entender un poco las imágenes que esa lengua puede producir o
invocar es algo que cambia tu manera de decir las cosas, eso se lo
debo en parte al Alemán, también al francés, pero sobre todo al
Alemán. La música como la pienso y la siento actualmente, solo
se da en un país en el que la diversidad cultural está muy
presente. En México me habría resultado muy difícil (aunque eso
ha cambiado mucho para bien allá) tocar en un trío con gente de los
Balcanes, acompañar a un charanguista peruano como Julio Mendivil en
la guitarra, hacer música con gente de África o trabajar en el
estudio con alguien como Pablo Paredes que maneja el lenguaje del
jazz pero además conoce bien el de la música andina y otros ritmos
de Sudamérica. La infraestructura disponible en este país y la
certidumbre que te da el poder planear a largo plazo algunas cosas es
algo que en mi caso también ha influido mucho en la posibilidad de
producir música que de otra manera tal vez se hubiera quedado en
proyecto.
¿Seguirás con el proyecto “Josué
Avalos”? ¿Ya tienes idea de en qué dirección musical quieres ir?
Como podría abandonar yo un
proyecto con ese nombre??? [se ríe]
¡Soy el único que está
obligado a perseguirlo o a ser perseguido por él! Seguramente
seguiré haciéndome acompañar por colegas y amistades y seguiré
acompañando a otros en sus proyectos y viajes musicales pero siempre
llegará el momento de tomar de nuevo la guitarra y la pluma y hacer
nacer alguna canción que necesite ser cantada en solitario.
Y estamos seguros que estas serán muchas todavía. Bueno, Josué, ¡Muchas gracias por tomarte tiempo para esta entrevista, y nosotros como equipo del blog te
deseamos todo lo mejor para tu futuro y esperamos contar contigo en
la escena musical de Colonia muchos años más!
Entrevista: Jan-Hendrik Heuer
El disco actual, "Al Garete", de Josué Ávalos se encuentra tanto en iTunes como también en Amazon y Spotify.
Fuente de la imágen: http://alertaduesseldorf.blogsport.de/2014/01/15/vernissage-zapatistas/